POR Rufino Hernández
Hay un dicho en mi pueblo que se repetía con
frecuencia durante el trabajo de los meses duros en el campo: “Cuídate del
esfuerzo del vago”.
El señor Rajoy ya ha hecho su gran esfuerzo:
Ha ganado dos elecciones nacionales, las autonómicas gallegas, y al final, una
nueva investidura. Se merece un gran descanso, seguro que él también lo
entenderá así.
Se volverá a la tumbona, se aferrará a su
puro y, desde esta postura observará cómo la propia inercia de la vida le
resolverá sus problemas: su estancia en la Moncloa.
Durante esta nueva legislatura que comienza,
el señor Rajoy gozará de mucho más sosiego y relajación que en la anterior:
Observará cómo los dinosaurios y barones del PSOE se alían entre sí,
enfrentándose en lucha fratricida a los nuevos aspirantes a reyezuelos de la
manada, hasta llegar al aniquilamiento.
Sus placeres subirán hasta el deleite, al
observar que estos hechos van coincidiendo con los guiones que les mandan sus
amigos del Partido Popular Europeo, los de las multinacionales e incluso de la
inteligencia norteamericana, además de los del IBEX 35 que, todos ellos, son
los que realmente han creado toda esta gresca.
El señor Rivera no inquieta a nuestro
personaje de la tumbona; sabe que el señor de naranja es un buen monaguillo.
Ambos tienen los mismos amigos en el exterior e interior del país, y por tanto,
defienden los mismos intereses, lo único que les diferencia son algunas formas,
que para solucionarlo, el señor Rajoy, como buen estratega, ya tiene preparado
al machaca de turno que le haga entrar en razones.
De esta manera, el gobierno de la gran coalición
que hasta ahora funcionaba de manera oculta, en esta nueva etapa, de forma
oficial, con todo el descaro del mundo, sin disimulos, se ha trasformado en la
triple alianza.
En el espacio de la izquierda queda un
enorme descampado que, solamente desde Unidos Podemos pueden y deben cubrir,
para ello, han de comprender que el parlamentarismo no es el método absoluto
para cambiar a este régimen corrupto, sino una herramienta más, los otros
instrumentos están en la calle, donde nació el 15M, las mareas, Gamonal, las
marchas por la dignidad.
Solamente con un pie en las instituciones y
el otro en la calle, es posible hacer una verdadera oposición. Esto también
implica a la estructura organizativa de Podemos: Los círculos han de ser entes
de fomento de actividad y movilización política, han de salir de esa lucha
endogámica en el Internet, sujeta al campo institucional. Simplificando: ¿Van a
pasar del electoralismo a la calle?
Aterricemos en Burgos. ¿Cómo afectará esta
triple alianza al Ayuntamiento de nuestra capital?
Como vengo defendiendo en otros artículos,
el gobierno de gran coalición ya viene funcionando en nuestro consistorio. Son
múltiples los acuerdos PP-PSOE en lo que va de legislatura, como los actuales
presupuestos que ahora terminan, la criminalización sobre los represaliados de
Gamonal y, recientemente, el acuerdo sobre tasas.
Para tapar sus vergüenzas, el PSOE utiliza un
tupido velo, recurre a la perversión del lenguaje, diciendo que ellos son “la
izquierda responsable”.
Con la triple alianza esto pude empeorar;
debieran
ser capaces de poner los intereses de los
vecinos por delante de los intereses del partido, pero es muy difícil que este
deseo pueda cumplirse, máxime, cuando el propio Daniel de la Rosa se ha mostrado
públicamente como el más ferviente defensor de la abstención que ha llevado al
señor Rajoy a la investidura.
En esta nueva etapa, es muy posible que
veamos a un PSOE radicalizado en sus actos públicos, incluso en los plenos del
Ayuntamiento, y después, en la oscuridad, firmando, junto a C´s y el PP, acuerdos
inconfesables. Es la política de alharacas.
En esta legislatura municipal, para el PSOE,
su verdadero oponente no es el PP, sino Imagina, y esto seguirá así durante
toda la legislatura, pues los pactos son los pactos, y estos tienen sus
consecuencias.
Un hecho que explica esta afirmación, son
las negociaciones que actualmente se están llevando a cabo sobre el Mercado
Norte: la concejala Carolina Blasco se viene reuniendo con C´s y PSOE a
espaldas de Imagina, y es que Carolina
tiene la determinación de derribar el Mercado Norte, ¿y qué mejor que
consensuarlo con sus nuevos socios de la triple alianza? Pues Imagina opta por
la rehabilitación.
Esta es la forma que se está desgobernando
en el Ayuntamiento de Burgos, y lo peor, es que las perspectivas de futuro ofrecen
pocas posibilidades al optimismo.
No hay cosa que me daría más satisfacción
que equivocarme en estos fundados presagios y ver que este PSOE es capaz de
romper con su estrategia partidista y, entre todos, ser capaces de destronar
del puesto de alcalde al señor Lacalle; me haría feliz. Seguro que los vecinos
también lo valorarían positivamente.
Pero mientras ellos debaten a espaldas de
los vecinos, otros tendrán que seguir en las calles y en las plazas con la
bandera de la unidad, buscando esperanzas. Habrá que seguir sembrando mañanas.
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